Los años van pasando y con cada año adicional que trascurre por nuestras vidas aprendemos más, maduramos más, avanzamos más y si verdaderamente captamos las lecciones que la vida nos imparte; podemos decir que vivimos más, aprovechando cada una de esas 365 oportunidades que recibiste para expresarte, para sonreír, para compartir y disfrutar con los que mas quieres.
Este en definitiva ha sido un cumpleaños muy distinto para mi, hay un abrazo y un beso muy especiales que me harán falta de manera infinita y tendré que aprender a recibirlos desde el cielo en adelante y aunque mi fe me dice que ese es el camino que a todos nos corresponde; son lecciones muy difíciles de asimilar y que por sobre todas las cosas te enseñan que el tiempo avanza en una sola dirección y que no importa lo que puedas hacer o rogar, un día perdido no regresa nunca más.
Muchas cosas han ocurrido en este último año, y estoy seguro que he sabido aprovechar cada uno de esos instante de manera absoluta y plena. El recuerdo de la sonrisa de mi hermosa madre así me lo confirma, todo absolutamente todo ha valido la pena.
Por eso debes dejar de llorar y secar tus lágrimas lo más rápido que puedas para seguir caminando porque todos tenemos nuestro propio camino, nuestro propio destino y lo tenemos que labrar con nuestras propias manos, porque esa esa nuestra responsabilidad.
«El sol sale todos los días y sin embargo no para todos tienen el mismo brillo», ya habíamos conversado con anterioridad sobre esa frase (pertenece a dale un sol a sus días) y al meditar un poco más sobre el sol y la manera de obrar sobre nosotros, los años pasan y nos da la sensación de que empezamos a enfrentar el atardecer de nuestras vidas o al menos el comienzo de un final, pero es precisamente al nacer y en el ocaso que el sol nos regala sus colores más impresionantes, esa es la razón de la foto que les comparto con motivo de este mensaje; vean que el sol parece salir hacia abajo y quiero hacerles notar también que si bien es cierto el sol se empieza a ocultar en el horizonte; hay otro lugar en donde una nueva mañana está empezando a nacer, al igual que cada uno de nuestros días, tal vez estemos enfrentando la segunda parte de nuestras vidas, tal vez con un poco de suerte y los cuidados que correspondan podamos vivir un 80% más de lo que ya vivimos, pero el mundo y la vida allá afuera siguen y seguirán mucho más allá de nosotros, hay extensiones de nuestra existencia que siguen nuestros pasos y nuestras enseñanzas y tenemos que asegurarnos de dejarles un sendero que los conduzca a un buen destino: nuestros hijos, también como seres independientes que son; se labrarán su propio destino, pero dependerá en mucha medida de las alternativas que les hayamos sabido enseñar.
Y ¿qué hay de los que están delante nuestro?, nos queda acompañarlos con mucho más cariño que nunca, hacerles saber que siempre estaremos a su lado y que no los dejaremos solos, porque ellos, nuestros padres; no nos dejaron solos jamás.
La vida es esto, una sucesión de momentos e instantes que debemos saber disfrutar total y absolutamente, también debemos compartir y ayudar a nuestros semejantes porque terminaremos comprendiendo que es precisamente a partir del compartir que nuestras almas se engrandecen.
Nuevamente te convences que el trecho recorrido hasta el momento; ha valido la pena, porque hay una sonrisa que ilumina fuertemente tu rostro, estás feliz y eres feliz en cada una de las cosas que llevas adelante, es verdad no todas salen bien, incluso hay algunas que salen catastróficamente mal pero aún así son oportunidades de aprendizaje y crecimiento a las que debemos saber sacarles la sabia, el perfume y la esencia que llevan consigo. Hay todavía miles de aventuras y libros que leer, hay muchas canciones que escuchar, aprender y otras tantas para escribir, la música que siempre me acompaña y será parte de mi vida, siento que viene desde el momento que oía los latidos de mi madre, como música maravillosa sin saberlo y recordando también al escuchar ese «tren de sierra» que formaban los latidos del corazón de mi pequeñita; cuando estaba en el camino.
No debemos escatimar esfuerzos en alcanzar nuestra felicidad, esa debe ser nuestra mejor determinación, no hay una segunda vuelta ni tiempo en tanques de reserva, sonríe todas las veces que puedas y haz que los que tengas cerca también puedan sonreír contigo, disfruta los triunfos de tus amigos y semejantes como si fuesen propios, ellos harán lo mismo cuando seas tú el que llegue a la cima, escucha las palabras y consejos de las personas que te superan en edad y tiende un puente con los que vienen detrás de ti, para que esas palabras puedan llegar y germinar en mentes más despiertas mientras le damos tiempo y espacio a las nuestras para poner en práctica lo vivido y desarrollar nuestras propias enseñanzas.
Querida familia, apreciados amigos y compañeros diversos, les agradezco de una manera muy especial a todos y cada uno de ustedes por cada abrazo, cada llamada y cada mensaje recibido el día viernes 12/04/2019 por mi cumpleaños. De verdad me siento bendecido y muy agradecido por contar con cada uno de ustedes en esta aventura que llamamos vivir. De manera permanente me termino preguntando si realmente soy merecedor de tanto cariño y tanto aprecio. Espero estar a la altura y ser compatible con su amistad y cariño.
He leído con mucha atención cada saludo y he disfrutado cada uno de sus mensajes, todavía no los respondido todos; pero estoy en esa tarea con una pequeña deuda que saldaré con un poco más de tiempo, por eso, para no demorar más y no pasar como desagradecido decidí escribir esta extensa nota, porque así de inmenso es el cariño y aprecio que siento por todos ustedes.
Hemos llegado hasta el final, ufff! tengo tanto y tanto que decir / escribir pero debo terminar.
Quiero agradecerle a Dios por todos ustedes, por mi padre Helio y por mi preciosa reina que desde el cielo me bendice: mi madre Gladys, y por mi Marcelina que la acompaña. Gracias por mi hija Brenda, por mis hermanos: Chema, Pochita y Chalu, y las gracias también por Máx ese amigo que ha rejuvenecido mucho y que sin saber hablar me ha enseñado tanto en estos últimos meses, las gracias por mis tíos primos y sobrinos, cada uno de ellos es muy especial y forma una parte muy importante de mi vida, no los voy a mencionar porque no terminaría este infinito y extenso post. Gracias por todos mis amigos los de siempre, los nuevos, los de ahora, los que se fueron, los que llegarán y aquellos que estarán a mi lado toda la vida.
A todos ustedes ¡Infinitas, eternas y bendecidas gracias! Hasta la próxima!
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